martes, 28 de mayo de 2013

El Comienzo

  Realmente curioso... resulta que dicen que si vas escribiendo aquí lo puede ver cualquier persona... Allí de donde vengo esto sería impensable. Nuestras comunicaciones son un tanto más... tradicionales.

  Pero en casi todo la ciudad sorprende a seres como yo, y no siempre para bien. Se están olvidando grandes cosas como la relación con la gente, los juegos en la calle... La gente anda por las aceras sin mirarse unos a otros, hay que ir corriendo a todos lados, no se conoce el nombre de los vecinos... ¿realmente esto es el desarrollo?

  Se han creado nuevos medios de transporte que no dejan de echar humo y contaminan y hacen ruido... Que no digo que se haya mejorado respecto al burro o al caballo pero, ¿es necesario usar estos carros para evitar tener que andar 20 minutos? Eso sí, luego se va a unas salas llenas de raras máquinas y gente sudando (gimnasio creo que los llaman) para hacer el ejercicio que no han hecho en todo el día... ¿realmente esto es el desarrollo?

  Impersonal. Quizá esa sea la palabra que define a la gran ciudad. Se ha perdido mucho... El ambiente de los pueblos en los que todos se conocen, dar un paseo es tener una tertulia continua, recurrir a un vecino ante cualquier imprevisto o simplemente para pasar la tarde... Hay gente que no sabe lo que es esto y que nunca lo sabrá... ¡triste destino! Pero quizá sea más triste para aquellos que lo han vivido y no van a poder volver a disfrutarlo... ¡Y pobres de las personas mayores! Decididamente la ciudad no está pensada para ellos... ¿realmente esto es el desarrollo, desperdiciar el saber y conocimiento de los mayores?

  Creo que nunca me dejará de sorprender la ciudad. Seguiremos hablando de ello, porque también tiene cosas buenas y sorprendentes... Pero de momento, me quedo con mis bosques del norte...